viernes, 6 de abril de 2007

El último grito de la moda

El último grito de la moda
"Toda prenda que está bien hecha conviene igualmente a ambos sexos,y no hay una sola cosa en el mundo que sea un vestido exclusivamente femenino."
Oscar Wilde Otras ideas radicales sobre la reforma del traje Pall Mall Gazette, 11 de noviembre de 1884.

A partir de la deconstrucción en diferentes planos secuenciales del espacio tradicional de desfile de modas -que opone a la dinámica de los modelos la apreciación del espectador desde un punto de vista fijo- la instalación de Mariana Bellotto y Carlos Trilnick opera un cambio sustancial en la percepción de este tipo de acciones. La espacialidad es la vez virtual y real. Por un lado, la articulación de tres planos ortogonales que diseñan un objeto en el espacio expositivo, y por otro, las diferentes proyecciones sobre estos planos que nos hacen penetrar en la poética de la obra. En una especie de panóptico sui generis que nos permite mirar desde tres puntos de vista diferentes contemporáneamente, el objeto es también una máquina de mirar, un dispositivo que posibilita una visión extra humana de un acontecimiento. Las imágenes, proyectadas en una escala notablemente menor que la real, perforan el plano traslúcido de proyección creando una sensación de irrealidad tangible que evoca un futurismo démodé de hologramas y teletransportaciones. La escala de las proyecciones y su materialización minimalista sugiere la excéntrica posibilidad de encerrar una acción performática en un objeto físico. Una especie de kit transportable, una boîte-en-valise Duchampiana que contiene el último grito de la moda argentina. Cada una de las pantallas posee su propia lógica coreográfica que a la vez se articula en una narrativa de conjunto. Y en esa articulación o relato, los artistas priorizan con ironía los recursos poéticos, como zambullidas, caídas, apariciones y teletransportaciones, por sobre cualquier dispositivo high tech, quizás como homenaje a los clichés de las series televisivas de ciencia ficción de los años 60 y 70. A través de una especie de casting o búsqueda frenética de coincidencias entre ropa y cuerpo, se provoca una transformación alquímica de esos mundos. Los vestidos son bailados por los intérpretes sellando una unión entre cuerpo y vestimenta que se funden en una nueva materialidad. Así, giros, saltos, sonidos, gestos y movimientos parecen emerger de los propios diseños. En ese esquema desfilan diseños de nueve sobresalientes creadores del país: Churba, Dappiano, Esquivel, Juana de Arco, Manero, Manto, Pourcel, Rasjido y Senra. La ortodoxia de los desfiles de modas se ve aquí subvertida, a través de coreografías que exaltan tópicos como el humor, la audacia, la ironía, la destreza, la belleza y el erotismo, y descartan otros como la solemnidad, la frivolidad, la monotonía y el tedio. Pero ¿vemos un desfile de modas? Si, aunque no en un sentido tradicional. Vemos secuencias coreográficas que refieren a la vestimenta como elemento esencial del hombre. El cuerpo y la desnudez en primer plano y la ropa como una última capa de piel. Vemos una recreación del sentido de modelar y un lenguaje innovador en cuanto a la forma de presentarlo. Un cruce afortunado entre arte y moda.
Andrés Duprat
Buenos Aires, noviembre de 2006




THE HEIGHT OF FASHION

“…every right article of apparel belongs equally to both sexes, and there isabsolutely no such thing as a definitely feminine garment.”
Oscar Wilde More Radical Ideas upon Dress ReformPall Mall Gazette, November 11, 1884

Departing from a multi-plane, sequential deconstruction of the typicalspace of a fashion show, this installation by Mariana Belloto and CarlosTrilnick offers a radically different perspective on the standard fashionshow environment. This new vantage point represents a departure fromthe traditional runway show - where there is a clear opposition betweenthe dynamic role of the models and the spectators’ fixed point of view.The space is simultaneously virtual and real: the articulation of the threeorthogonal planes designs a genuine object in the installation’s space; onthe other hand, multiple projected images help the spectator capture theshow’s poetry.Thus, the object is a seeing machine, for it, like a Panopticon, allows us toobserve the action from three different points of view. In short, it is adevice that enables the superhuman perception of an event.The images that are projected are not life-size. When these images gothrough the translucent projection plane, they are reminiscent of futuristic,albeit outmoded, holograms and teletransportings.The scale and the minimalist materialization of the projections suggest theeccentric possibility of capturing a performative action within a physicalobject. This object is like a portable model kit – a Duchampian Boîte-envalisecontaining Argentina’s latest word in fashion.Each screen has its own choreographic logic, which articulates thenarrative as a whole. Within this articulation or narration the artistssardonically give priority to poetic tropes, such as plunges, falls,apparitions and teletransportings. These actions take place over any hightech device, thus paying tribute to science-fiction television shows fromthe 1960s and 1970s.Through a process of casting, or a maddening search for similaritiesbetween body and apparel, an alchemic transformation of these twoworlds comes into being. The clothes are being “danced” by theperformers; hence, the communion of body and garb melts into a newmaterial existence. Thus, turns, jumps, sounds, gesticulations andmovements seem to emerge from the clothes themselves.The creations of the following nine outstanding Argentinean designers arefeatured in this show: Churba, Dappiano, Esquivel, Juana de Arco,Manero, Manto, Pourcel, Rasjido and Senra.The orthodoxy inherent to any fashion show is subverted throughchoreographies that highlight topics such as humor, audacity, irony, skill,beauty, eroticism, while eschewing solemnity, frivolity, monotony andennui.However, are we actually watching a fashion show? Yes, we are -although this is not a standard runway show. We see choreographicsequences that refer to clothing as a constitutive element of the humanessence. Body and skin are the foreground, while clothing becomes theskin’s final layer. Through the use an innovative language, we see thereenactment of what it means to model. It is a fortunate commingling ofart and fashion.
Andrés Duprat

Buenos Aires, November 2006 1


1 © Susanna F. Boxall, 2007.Translated by Susanna F. BoxallDurham, NCsusanna.boxall@duke.edu

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